Crítica de Venom: The Last Dance

Venom 3 | The Last Dance
Tabla de Contenido

Introducción

La tercera (y supuestamente última) entrega de Venom, protagonizada por el popular antihéroe de Marvel, se mantiene sin superar ni caer por debajo del nivel de sus predecesoras. Pero, ¿esto es algo positivo o negativo?

Origen de Venom

Venom nació en los cómics de Marvel en 1988, fruto de una colaboración entre el guionista David Michelinie y el dibujante Todd McFarlane. Su origen está vinculado a Spider-Man, cuando Peter Parker, en uno de sus arcos argumentales, adquirió un nuevo traje negro que luego descubriría ser un simbionte alienígena con mente propia.

Este personaje, que comenzó como un villano, rápidamente trascendió su rol de antagonista para evolucionar hacia una figura más compleja, adoptando el papel de antihéroe en numerosas historias de Marvel.

Primeras películas

En 2018, Sony lanzó la primera película centrada en Venom, protagonizada por Tom Hardy. A pesar de ser entretenida, la película optó por un enfoque más accesible, diluyendo la violencia inherente al personaje.

La secuela, Venom: Let There Be Carnage, introdujo a Carnage, pero seguía careciendo de la oscuridad que los fans esperaban.

Tercera entrega

En Venom: The Last Dance, la película no logra añadir ni quitar nada significativo a la saga. A pesar de que es más violenta y vulgar que las anteriores, se siente desconectada del MCU, lo que provoca frustración entre los fans.

La dinámica entre Brock y Venom sigue siendo interesante, pero la trama no acompaña su actuación, y el aislamiento del universo Marvel deja una gran decepción.

Conclusiones

Venom: The Last Dance termina siendo un cierre divertido pero insatisfactorio para una trilogía que nunca encontró su lugar dentro del universo Marvel. Esta cínica explotación de los villanos de Marvel no tiene mucho sentido sin la presencia de Spider-Man.

P.D. La cinta incluye dos de las más flojas y decepcionantes escenas postcréditos de todas las películas de Marvel.