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Victoria electoral de Trump
Donald Trump tomará posesión como el 47º presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero a las 12 del mediodía. El republicano regresa a la Casa Blanca tras perder el cargo hace cuatro años, algo que solo había ocurrido una vez en la historia. Utilizando la xenofobia como pilar de su campaña, Trump ha sabido captar la frustración de los ciudadanos debido a las elevadas subidas de precios y el aumento de la inmigración irregular. Se mantiene ajeno a los escándalos y entra en la historia como el primer criminal convicto elegido presidente, lo que también podría afectar su futuro judicial.
Trump y su nuevo mandato
Tras celebrar su victoria en una fiesta en Florida, Trump prometió ayudar a sanar el país y propuso iniciar una “edad de oro”. Agradeció a varios aliados por su apoyo en la campaña y reafirmó su famoso lema de “Hacer grande a Estados Unidos de nuevo”.
Retos para la democracia
Trump, quien cuestionó la legitimidad de sus oponentes y ha enfrentado múltiples procesos judiciales, regresa al poder con un mandato que desafiará a la democracia estadounidense. Ha prometido realizar rebajas fiscales y deportaciones masivas, lo que plantea dudas sobre el futuro político del país.
Políticas fiscales y económicas
Trump contempla realizar reducciones impositivas sustanciales, manteniendo sus políticas de aranceles impuestos anteriormente y prometiendo más beneficios para las rentas más altas. Busca además atraer votantes facilidades fiscales que podrían beneficiar a sectores específicos. Su enfoque económico se centra en ofrecer ventajas a empresas que produzcan en EE.UU., mientras que recorta incentivos para energías renovables.
Implicaciones globales de su presidencia
La política exterior del nuevo presidente se preveé agresiva, prometiendo un enfoque aislacionista que podría desatar tensiones comerciales internacionales. Su relación anticipada con líderes autocráticos podría poner en riesgo alianzas estratégicas y la lucha contra el cambio climático.